miércoles, 23 de agosto de 2017

"No revelaremos el número de tropas": Trump anuncia la nueva estrategia en Afganistán // Diez guerras perdidas por EE.UU. en el siglo XXI // Acusan a Trump de simpatizante de supremacistas blancos y neonazis // Argentina: A 45 años de la Masacre de Trelew // La Masacre de Trelew: el relato necesario // 15 de agosto de 1972: La fuga del penal de Rawson por Estrella Roja ERP

"No revelaremos el número de tropas": Trump anuncia la nueva estrategia en Afganistán

Publicado: 22 ago 2017 01:08 GMT | Última actualización: 22 ago 2017 01:57 GMT - RT
El mandatario estadounidense ha ofrecido un discurso sobre la "actualización" de la estrategia de su país en Afganistán y Asia del Sur.
"No revelaremos el número de tropas": Trump anuncia la nueva estrategia en Afganistán
Reuters
El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha dirigido a las tropas y al pueblo de EE.UU. esta jornada desde la base militar Fort Myer en Arlington, Virginia, para presentar la "actualización" de la estrategia de su país en Afganistán y Asia del Sur.
De acuerdo con el mandatario, "el pueblo estadounidense está cansado de la guerra sin victoria", por lo que la nueva estrategia de EE.UU. en la región se basará en tres pilares fundamentales:
  •  EE.UU. buscará "un resultado honorable y duradero digno del sacrificio de vidas" por parte de los militares estadounidenses.
  • La salida rápida de las tropas estadounidenses de Afganistán es inaceptable, ya que dejaría un vacío de poder, igual al que sucedió antes de los atentados del 11 de septiembre.
  • La nueva estrategia en Afganistán no tendrá un enfoque en el tiempo, sino en las condiciones en el terreno. Por ello, Washington no "revelará el número de las tropas desplegadas en la región".

Errores del pasado

En su discurso ante la nación, el presidente Trump ha explicado que a pesar de su "instinto de retirar las tropas de Afganistán", ha llegado a la conclusión de que la salida rápida de los militares estadounidenses dejaría un "vacío" para terroristas.
"No podemos cometer en Afganistán los errores que nuestros líderes cometieron en Irak", sostuvo Trump y recordó que los atentados del 11 de septiembre fueron organizados desde Afganistán, que había albergado a terroristas internacionales.
Más información, en breve.


Trump confirma reforzar el número de militares en Afganistán

  • Agencia Atlas
El presidente de Estados Unidos anuncia su intención de continuar con la guerra en Afganistán, lo ha hecho desde la base militar de Fort Myer. Trump asegura que la retirada de Afganistán sería ahora inaceptable pero no ha querido confirmar el número de militares que va a movilizar en la zona porque no quiere dar información a su enemigo, aunque se baraja la posibilidad de que sean 4.000 efectivos más. El presidente estadounidense apunta a que el objetivo prioritario es acabar con el DAESH y el terrorismo, una guerra que asegura quiere ganar. Además, añadió en su discurso que Pakistán tiene mucho que perder si continúa "acogiendo" a "organizaciones terroristas" con la que en este momento se está combatiendo y amenazó con atacar si las cosas no cambian.




Trump: "Los días en que EE.UU. usó su poder militar para construir democracias terminaron"

Publicado: 22 ago 2017 01:31 GMT | Última actualización: 22 ago 2017 01:53 GMT - RT
El presidente estadounidense ha prometido que el país no va a utilizar más la fuerza militar para "construir democracias" en otros países.
Trump: "Los días en que EE.UU. usó su poder militar para construir democracias terminaron"

Un soldado estadounidense hace una burbuja con un chicle durante una misión en la provincia de Kandahar (Afganistán), el 3 de febrero de 2013.
Andrew Burton / Reuters
Durante un discurso dirigido a las tropas y al pueblo de EE.UU. este lunes desde la base militar Fort Myer en Arlington, el presidente estadounidense Donald Trump ha afirmado que el país está poniendo fin a la política de construcción de naciones. El discurso en cuestión presentaba la "actualización" de la estrategia de EE.UU. en Afganistán y Asia del Sur.
"No vamos a utilizar más el poder militar estadounidense para construir democracias en tierras lejanas o tratar de reconstruir otros países a nuestra imagen: esos días ya han terminado", aseguró el mandatario. "En cambio, trabajaremos con aliados y socios para proteger nuestros intereses comunes".
Trump subrayó en su alegato que "no estamos pidiendo a otros que cambien su forma de vida, sino que persigan objetivos comunes que permitan a nuestros hijos vivir vidas mejores". "Este realismo de principios guiará nuestras decisiones hacia adelante", recalcó.


Diez guerras perdidas por EE.UU. en el siglo XXI

Publicado: 21 ago 2017 16:39 GMT - RT
Falsificar la historia no es tan difícil: hay que controlar el poder mediático para inventar fábulas o ficciones con el fin de demostrar lo inexistente y manejar los mecanismos para callar al contradictor. Así, la irrealidad se convierte en verdad por arte de prestidigitación y las pantallas pueden mostrar un vencedor cuando en efecto ha perdido. Las confrontaciones son un buen ejemplo.
La guerra no es un proyecto simplemente militar, sino integral. Es decir, conjuga el campo económico (bloqueos, manipulación de monedas, impedimento de negociación, etc.), político (golpe parlamentario, uso de las Cámaras, votaciones espurias), mediático (adulteración de la realidad, control de la información, creación de falsos positivos), militar (apoyo armado a la oposición, financiamiento, estrategia de ocupación) y humano (angustias, temores, inseguridades, debilidades, mitificación).
En este sentido, la incesante derrota del régimen estadounidense en las diversas confrontaciones en las que se ha involucrado, ha puesto de relieve la desesperación al no obtener victorias, ya que su estrategia va en contravía del espíritu soberano de los pueblos del mundo que se han alzado ante la opresión de gobiernos transnacionales.
Las guerras perdidas son:
1. Guerra con Venezuela. Considerar la ocupación militar del país indica que no ha dado resultado toda la estrategia de desestabilización y agresión al pueblo venezolano durante 17 años, manifestada claramente desde el golpe de Estado fracasado a Hugo Chávez. La posición de China y Rusia considerando inaceptable la intervención armada es fehaciente.
2. Guerra con Siria. Actualmente, el Ejército Árabe Sirio y sus aliados han reconquistado gran parte del territorio y liberado al pueblo, lo que legitima al presidente Bashar al Assad. Sus esfuerzos por ocupar la nación y fragmentarla hasta este momento han resultado infructuosos, pues el contingente mercenario, Daesh (Estado Islámico) y Al Qaeda, va en declive.
Un militar estadounidense junto a un vehículo militar, al norte de la ciudad de Raqa, Siria, el 6 de nobiembre de 2016 / Rodi Said / Reuters
3. Guerra con Irán. Desde la revolución islámica iraní en 1979, apoyada por el pueblo, se ha tratado por todos los instrumentos posibles de destruirla. El acuerdo nuclear con el G5+1 fue un revés inmenso que aún no es asimilado. La cohesión interna y valentía para enfrentar al adversario es admirable.
4. Guerra con Rusia. Nada ha resultado para desestabilizarla y las sanciones, además de la esgrimida "amenaza rusa", no han logrado permear al Gobierno. En estos momentos, el proceso de integración y relaciones con esta nación por parte de muchos países consolida el triunfo.
5. Guerra con China. Los intentos de violar las fronteras del país asiático se han encontrado con una fuerte respuesta y las amenazas simplemente quedan en la retórica, pues se enfrenta a un gigante que no le teme y, aún más, lo asusta.
6. Guerra con Corea del Norte. La supuesta guerra nuclear y amenaza a la seguridad de EE.UU. es un mito que no ha fructificado y la escalada militar no cuenta con el respaldo popular ni de Japón, ni Corea del Sur, quienes asumirían los costos materiales y humanos. Lo más probable es que pierda la guerra mediática y no pueda enfrentarse a Kim Jong-un. No habrá guerra si una decisión suicida u obsesiva compulsiva queda fuera de este espectro.
Un misil balístico intercontinental Hwasong-14 de Corea del Norte, el 5 de julio de 2017 / KCNA / Reuters
7. Guerra con Yemen. Este empobrecido país con brote de cólera ha resistido a la agresión de la coalición árabe apoyada por EE.UU. y, en este momento, ya ataca las fronteras de Arabia Saudita causando bajas. El Gobierno sigue incólume y luchando contra los invasores.
8. Guerra con Ucrania. El golpe de Estado dado contra su presidente legítimo ha finalizado en la partición del país permitiendo que una gran zona se declare independiente, lo que destruyó las aspiraciones de hacerse con todo el territorio. La pérdida de Crimea ha sido un extraordinario impacto.
9. Guerra con Afganistán. Lo que establecieron como un dominio rápido se ha convertido en la sepultura de sus soldados enviados erróneamente a un lugar que no debieron arrasar. Hoy existe una autoridad y fuerzas que rechazan totalmente al régimen estadounidense.
10. Guerra con Irak. Pese a que persisten los intentos de fragmentar el territorio apoyando la autonomía kurda, el triunfo sobre el takfirismo ha hecho fuerte la unidad iraquí. Al Abadi ha legalizado a las fuerzas que lo apoyan y descartado a la Coalición como un factor liberador.
También habría que mencionar sus fracasos en El Líbano, Palestina, sin olvidar el reciente intento de golpe de Estado fallido en Turquía, lo que permite concluir únicamente ha provocado en el planeta caos y dolor, sin ninguna esperanza de presente o futuro, solamente temor y terror de muerte.
Ha ganado algunos eventos, aunque casi todos espurios, como son el derrocamiento de los mandatarios legales de Honduras, Paraguay y Brasil, las elecciones en Argentina con Macri, entre otros, lo que no obsta para considerar que el régimen estadounidense se acostumbró a guerras con fracasos e inconclusas. Ello no significa que se detenga en sus afanes expansionistas en contra de la Humanidad.
Da la impresión que, más temprano que tarde, las grandes avenidas donde pase un ser humano libre y feliz, será posible en la medida que los intereses de élites descarnadas sean puestas en evidencia y desarmadas. Así debe ser.


Acusan a Trump de simpatizante de supremacistas blancos y neonazis

Publicado el 17 Agosto 2017 Escrito por David Brooks (La Jornada) - EL CLARÌN DE CHILE
Donald Trump fue señalado como simpatizante de neonazis y supremacistas blancos, lo que provocó fisuras entre sus aliados políticos y empresariales y, tal vez, la peor crisis de su aún joven presidencia.
Durante las pasadas 24 horas, la cúpula política y empresarial del país y casi todo el abanico ideológico de líderes de opinión, que incluye reconocidos conservadores, calificaron de inaceptables las declaraciones de Trump sobre la violencia detonada por neonazis, supremacistas y ultranacionalistas blancos, integrantes del Ku Klux Klan y milicias de extrema derecha en Charlottesville, Virginia, el pasado fin de semana, lo cual acabó costando la vida de una joven y heridas a otros 19 manifestantes pacíficos antirracistas que protestaban contra ese festejo del odio.
Después de ser obligado a criticar a los grupos extremistas de derecha el lunes ante la intensa presión política por no haberlo hecho de manera explícita el sábado, cuando culpó a todos los bandos por la violencia, el presidente reiteró su primera posición, al acusar que la izquierda fue tan violenta como la derecha y que ambos lados compartían responsabilidad por los hechos. Peor aún, afirmó que había algunas finas personas entre los neonazis y el KKK, y que mucha gente en ese grupo estaba ahí para protestar de manera inocente y legal.
Nunca antes un presidente había endosado, o mínimo justificado, a elementos de la ultraderecha racista en tiempos modernos. Vale recordar que parte fundamental de la historia oficial de este país es su triunfo en la guerra contra Hitler (casi nunca se menciona el papel de los rusos). Los que participaron en esa guerra se conocen como la generación más grande de estadunidenses. Los nazis siempre han sido el equivalente del mal en toda película, novela, cuento e historia; son el enemigo de todos los valores estadunidenses. Trump se atrevió a decir, en esencia, que no todos los que marchan junto a los símbolos y banderas nazis son necesariamente malos, y que son igual de malos los de la izquierda. Afirmar tal cosa había sido, hasta ahora, impensable.
Los comentarios asombraron a casi todo mundo, incluido su propio equipo, y, se supone, a su jefe de gabinete, John Kelly, quienes comentaron a medios que todo eso no estaba en el guion preparado para la conferencia de prensa en el vestíbulo de la Torre Trump el lunes.
Los únicos que lo aplaudieron fueron líderes neonazis, nacionalistas blancos y líderes del KKK. De inmediato, casi todo mundo –incluso figuras y medios conservadores leales al presidente– criticaron o condenaron las declaraciones, algunos hasta especularon que esto podría provocar una profunda crisis dentro de su gobierno.
Este miércoles, ante el creciente éxodo de ejecutivos en jefe de los consejos empresariales presidenciales en protesta por sus comentarios, Trump decidió disolver estas entidades. Declaró en un tuit que en lugar de presionar a los empresarios del Consejo de Manufactura y del Foro de Estrategia y Política, estoy poniendo fin a ambos. Pero el foro ya le había informado, por conducto de Stephen Schwarzman, ejecutivo de la poderosa empresa financiera Blackstone Group y cercano aliado del presidente, que la mayoría de los ejecutivos en jefe estaban en favor de disolver la entidad.
Por lo menos seis ejecutivos de empresas que integraban el Consejo de Manufactura ya habían renunciado, y otros más estaban por hacerlo, antes de la decisión de Trump de desaparecerlo. Mientras tanto, las declaraciones de reprobación de líderes empresariales contra la posición de Trump sobre Charlottesville inundaron las redes, entre ellas las de los ejecutivos en jefe de JPMorgan Chase, Walmart, Merck y General Electric, entre muchos más.
En Washington, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, condenó a todo grupo de odio y declaró que no hay buenos neonazis, mientras el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, expresó su repudio a los racistas blancos. Varios legisladores prominentes del partido del presidente y los ex mandatarios Bush (padre e hijo) emitieron declaraciones de condena a los grupos de odio, y de reprobación, indirecta pero obvia, a Trump.
El senador conservador Orrin Hatch declaró: mi hermano no perdió la vida combatiendo a Hitler para que las ideas nazis no sean retadas aquí en casa. Unos pocos se atrevieron a criticar por nombre al mandatario, pero las tensiones dentro del Partido Republicano por cómo abordar la más reciente barbaridad de su presidente sigue retumbando, y se escuchan por todas partes.
Mientras tanto, los máximos jefes militares de cada rama de las fuerzas armadas, en una acción poco común, emitieron condenas públicas a los grupos de odio, y aunque no mencionaron por nombre al comandante en jefe, quedó destacada su diferencia, al afirmar que no se puede tolerar el odio racial y el extremismo, ya que eso va en contra de nuestros valores.
Melvin Marks, veterano de la Segunda Guerra Mundial, de 93 años de edad, condecorado por su lucha contra los nazis, ayudó a establecer una nueva página de Facebook llamada Veteranos de la Segunda Guerra Mundial indignados por Trump, y comentó al Washington Post que Trump acaba de pisotear las tumbas de los 400 mil soldados que murieron en esa guerra contra Hitler.
Editoriales en los principales rotativos denunciaron las declaraciones. El New York Times afirmó que es una equivalencia falsa culpar a ambos lados por la violencia en Charlottesville y que había empleado argumentos de los propios racistas. El Washington Post encabezó su editorial con la nación sólo puede llorar, al señalar que el martes fue un gran día para David Duke (ex líder del KKK) y racistas en todas partes. El presidente de Estados Unidos declaró, en efecto, que él los respalda.
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La portada del New York Daily News fue una imagen de Trump bajo un encabezado enorme: Simpatía por los diablos.
Opositores políticos del presidente condenaron sus declaraciones y algunos pidieron su remoción. El senador y ex candidato presidencial Bernie Sanders tuiteó que Trump está avergonzando a nuestro país y a los millones de estadunidenses que lucharon y murieron para derrotar al nazismo.
Michael Moore, quien se está presentando en un teatro de Broadway, invitó a todo su público de la noche del martes a acudir a la Torre Trump –ofreció transporte en camiones a 200 de ellos–, a unas cuadras de distancia, donde junto con los actores Mark Ruffalo, Olivia Wilde y Marisa Tomei, corearon consignas contra el mandatario.
Mientras tanto, hoy en Charlottesville se llevó a cabo el funeral de Heather Heyer, de 32 años, quien murió al ser atropellada intencionalmente por un integrante neonazi el sábado. Intentaron matar a mi niña para callarla, pero qué creen, la acaban de magnificar, declaró la madre de Heyer, Susan Bro, ante cientos de simpatizantes que acudieron a la ceremonia, entre los que se encontraban el gobernador de Virginia y el senador Tim Kaine. Desde el podio, llamó a que quienes de pronto han conocido a su hija alrededor del mundo “hagan lo que Heather haría (…) luchar”. Continuó: “vamos a tener nuestras diferencias, pero canalicemos esa ira no en odio, no en violencia, no en temor (…) sino en acción por lo justo”.

Universidad de Texas retira monumentos confederados

| CUBADEBATE
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Trabajadores retiran una estatua del general confederado Robert E. Lee en la Universidad de Texas en Austin. Foto: Reuters
Los trabajadores de la Universidad de Texas (UT) comenzaron a retirar esta madrugada varias estatuas confederadas en el campus que esta institución centenaria tiene en la capital del estado sureño, por ir contra los valores centrales del recinto universitario.
Diez días antes del inicio del curso escolar, la dirección decidió quitar los monumentos dedicados a los generales confederados Robert E. Lee y Albert S. Johnston y al político John Reagan, un movimiento que el presidente de la UT, Greg Fenves, justificó en un comunicado diciendo que estas estatuas “van en contra de los valores centrales de la universidad”.
“No elegimos nuestra historia, pero sí podemos escoger lo que honramos y celebramos en nuestro campus”, escribió el máximo responsable de la universidad en una carta dirigida a los alumnos y profesores.
La violencia racial que tuvo lugar la semana pasada en Charlottesville (Virginia) reabrió el debate sobre si debe retirarse de los espacios públicos en EE.UU. la simbología confederada, que usan y reivindican grupos supremacistas blancos como el Ku Klux Klan (KKK) y que son vistos por muchos como símbolo de la defensa de la esclavitud y el racismo.
“Estos acontecimientos aclaran, ahora más que nunca, que los monumentos confederados se han convertido en símbolos de la supremacía blanca moderna y del neonazismo”, añadió Fenves, que dijo que quiere recibir a los estudiantes en un ambiente “abierto, positivo e inclusivo”.
La universidad eligió retirar las estatuas -que ahora serán expuestas en un museo local- en horas de la noche por “motivos de seguridad pública y para minimizar la interrupción de la comunidad”, informaron a Efe fuentes del centro de estudios superiores.
La presidenta del cuerpo estudiantil de UT, Alejandrina Guzmán, en declaraciones a la agencia EFE, dijo estar “muy orgullosa” de la determinación del presidente de la universidad y explicó que los representantes estudiantiles ejercieron presión durante la semana pasada para que se quitaran estos monumentos.
Diferentes autoridades locales de todo Texas, incluyendo los alcaldes de Houston y Dallas, abogaron durante la última semana por retirar las estatuas confederadas de los lugares públicos.
Además, centenares de personas del estado de Texas se manifestaron y firmaron peticiones para eliminar estas imágenes a lo largo de los últimos siete días.
En EEUU hay más de 700 monumentos en 31 estados en honor al bando confederado de la guerra civil (1861-1865), formado por los estados secesionistas favorables a la esclavitud y perdedor de la contienda.
(Con información de EFE)


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Noticias Internacionales Independientes
Titulares
21 de agosto de 2017

Decenas de miles de personas marchan contra la supremacía blanca en Boston y otras ciudades

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Durante el fin de semana se extendieron en Estados Unidos las grandes protestas contra la supremacía blanca. Decenas de miles de personas salieron a las calles de todo el país para condenar a los grupos nacionalistas blancos violentos y pedir el retiro de monumentos confederados y otras estatuas conmemorativas de la esclavitud y el racismo. En el centro de Boston, 40.000 manifestantes se congregaron alrededor del parque público Boston Common para protestar contra un evento de nacionalistas blancos que estaba programado en ese lugar bajo el nombre de “manifestación de la libertad de expresión”. La presencia de contramanifestantes en el acto político fue tan grande que las fotos aéreas muestran que solo se presentó en el lugar un puñado de los extremistas, y que pasaron el día refugiados en una glorieta del parque.
Una manifestante expresó: “Hay tantos grupos que están marginados en nuestra comunidad –personas de color, mujeres, personas de muchas expresiones de género–, y tenemos que estar juntos y decir que eso no está bien. Como país tenemos derecho a la libertad de expresión. Eso es parte de por qué existimos como un país. Pero para mí hay una diferencia entre el discurso de odio y la libertad de expresión. Mucho de lo que dicen los separatistas es discurso de odio, y eso no está bien. Como país tenemos una base de amor”.
El presidente Donald Trump primero condenó a las 40.000 personas que marchaban contra la supremacía blanca en Boston, vía Twiter: “Parece que hay muchos agitadores antipolicías en Boston. ¡La policía luce fuerte e inteligente! Gracias”. A continuación, intentó tuitear algo positivo sobre las manifestaciones, pero en ambas ocasiones tuvo que borrar sus tuits después de confundir la palabra “heal” (“sanar”) con “heel”, un homófono en inglés que significa “obedecer”. El tuit decía: “Nuestro país ha estado dividido por décadas. A veces es necesario protestar para obedecer, y vamos a obedecer, y a ser más fuertes que nunca”.
Finalmente escribió el tuit correctamente, en el tercer intento.
Muchos comentaron que el error de Trump era un curioso desliz, dado que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton había usado la palabra “heel” en sus ahora infames comentarios de 1996 en los que llamó a los jóvenes afroestadounidenses “súper depredadores” y dijo: “Tenemos que hacerlos obedecer”.
Decenas de miles de manifestantes también salieron a las calles de otras ciudades estadounidenses durante el fin de semana, una semana después de que muriera una persona y decenas resultaran heridas por la violencia de supremacistas blancos y neonazis en una protesta en Charlottesville, Virginia, que se había motivado por el plan de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee. El sábado, miles de personas se congregaron frente a la municipalidad de Dallas, Texas, para solicitar que se retiren los tres monumentos confederados de la ciudad. Durante la noche del viernes, alguien pintó la palabra “nazis” en la estatua del general confederado Robert E. Lee. Miles de personas marcharon el sábado en Nueva Orleáns para exigir que se retiren los monumentos confederados, mientras que cientos se reunieron para protestar contra la supremacía blanca en Houston; Memphis; Atlanta; Laguna Beach, California; y Durham, Carolina del Norte. Las siguientes son palabras del presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por su sigla en inglés) de Carolina del Norte, William Barber.
William Barber expresó: “No se puede denunciar solamente lo que pasó en Charlottesville. Hay que denunciar lo que pasó antes de Charlottesville que hizo que la gente se envalentonara para ir a Charlottesville”.
En Virginia, los residentes están exigiendo que el nombre del general confederado Stonewall Jackson sea eliminado de una escuela secundaria en el condado de Prince William. Este es Ryan Sawyers, integrante de la Junta Escolar del condado de Prince William.
Ryan Sawyers declaró: “Para mí es muy simple. Un tipo que dio la vida, literalmente, por la esclavitud de una raza para evitarles todo tipo de cosas, como la educación, no debería tener una escuela con su nombre”.
En la ciudad de Nueva York, miembros del grupo Black Youth Project 100 se reunieron el viernes para exigir que se retire una estatua de James Marion Sims, un médico blanco que se conoce como “el padre de la ginecología” después de haber experimentado con mujeres negras esclavizadas, sin usar anestesia, para desarrollar sus técnicas quirúrgicas. Los activistas exigen que se retire la estatua y que sea reemplazada por una de tres mujeres –Anarcha, Betsey y Lucy– que fueron forzadas a sufrir los experimentos médicos de Sims.

Miles de personas en Berlín, Vancouver y Quebec protestan contra nazis y extremistas xenófobos

21 Ago. 2017
H2 berlin protestMiles de personas también protestaron contra supremacistas blancos y neonazis en varias manifestaciones internacionales durante el fin de semana. En Berlín, Alemania, más de mil antifascistas se enfrentaron a una multitud mucho más pequeña de neonazis. Esta es la contramanifestante Anja Herbig.
Anja Herbig enunció: “Estoy aquí hoy en honor a mi abuelo, que murió en un campo de concentración. Era alemán y fue capturado por no arrojar fuera de un búnker a una mujer judía ciega durante un ataque aéreo, y perdió la vida por eso. Estoy aquí hoy en recuerdo de mi abuelo”.
En Vancouver, Canadá, miles de personas se congregaron el sábado ante el municipio para contrarrestar a un grupo de manifestantes antiinmigrantes. Además, cientos se apersonaron en la ciudad de Quebec para protestar contra la manifestación de un grupo de extrema derecha.


ARGENTINA

A 45 años de la Masacre de Trelew

ANRed
20 de agosto de 2017

La Masacre de Trelew: el relato necesario



“El único lugar en que me podía mover mientras tanto era ahí, en la celda. Tenía las colchonetas y se me ocurre ponerlas, pienso de inmediato que con las colchonetas no paro nada, me meto abajo de la loza. Alfredo hace otro tanto y también se mete al lado mío, del lado de afuera. Alfredo me había tomado el brazo. Pensé muchas cosas y muy poco es lo que me acuerdo que pensé en ese momento. Pero pensé en general en mi familia. No puedo precisar si fue mucho lo que pensé, porque también recuerdo bien los disparos. Ya para entonces los disparos de remate y como uno de los compañeros que estaba tendido gritaba: ‘hijo de puta’ y enseguida un disparo de remate en respuesta a eso”. Las palabras pertenecen a Ricardo René Haidar, uno de los militantes que sobrevivió al fusilamiento que el 22 de agosto de 1972 tuvo lugar en la base naval Almirante Zar y que pasó a formar parte de la historia como “La Masacre de Trelew”. Por ANRed.

El 24 de mayo de 1973, en la cárcel de Villa Devoto, el escritor Francisco “Paco” Urondo mantiene un extenso diálogo con Alberto Miguel Camps, María Antonia Berger y Ricardo René Haidar. El libro -que nació de esta conversación y que Paco eligió llamar “La Patria Fusilada”- conforma un relato preciso, desgarrador, autocrítico y esperanzador sobre el fusilamiento de militantes en la base naval Almirante Zar, de los cuales Camps, Berger y Haidar fueron sus únicos sobrevivientes.
Meses antes, para ser exactos el 15 de agosto de 1972, durante el gobierno dictatorial de Alejandro Lanusse, se fugan del penal de Rawson, provincia de Chubut, veinticinco militantes de distintas organizaciones. Seis de ellos logran tomar un avión y llegar a tierra chilena. Los otros diecinueve se entregan, luego de acordar públicamente garantías para su integridad física. El 22 de agosto de ese mismo año fueron fusilados. Trelew de ahora en más sería para muchos sinónimo de Masacre.

Entre la unidad de acción y el plan de fuga

La cárcel de Rawson, una de las más seguras del país, comenzó a relacionarse con la represión política poco después del Viborazo de marzo de 1971, cuando el gobierno militar trasladó a ese penal a los detenidos durante la rebelión popular cordobesa. En abril de 1972, alrededor de 200 prisioneros políticos compartían seis pabellones, colmando prácticamente la capacidad edilicia. En las inmediaciones había una base aeronaval con 600 soldados, dos aviones de reconocimiento, una compañía de Gendarmería con refuerzo de Ejército estacionada a cinco cuadras de la prisión, 500 efectivos de la policía provincial y una delegación de la Policía Federal, además de los 60 hombres del Distrito Militar de Trelew y la Base Naval de Puerto Madryn, con helicópteros a 60 kilómetros de Rawson, y la octava brigada del V Cuerpo de Ejército en Comodoro Rivadavia.
En este contexto, la fuga del penal de Rawson constituyó una de las operaciones guerrilleras de mayor repercusión en la historia argentina. El plan ideado por Mario Roberto Santucho (Ejército Revolucionario del Pueblo - ERP), Enrique Gorriarán Merlo (ERP) y Marcos Osatinsky (Fuerzas Armadas Revolucionarias - FAR) y coordinado por las organizaciones presentes en el penal -ERP, Montoneros y FAR- consistía en el traslado de 110 prisioneros políticos en camiones y camionetas hasta el aeropuerto, previo copamiento de la cárcel. El 15 de agosto de 1972 fue el día pautado y las 18:20 la hora del abordaje.
“Nuestro compromiso es un compromiso con el pueblo y con la lucha que teníamos que llevar adelante. La única forma de cumplir con ese compromiso de lucha era completando la fuga -relataba Haidar a Urondo- Hubo varios planes que se fueron pensando y desechando. Cuando se acentuó la posibilidad de una fuga, se concretó una coordinación entre las distintas organizaciones político-militares que estaban en ese momento en el penal. Es necesario destacar la unidad de acción que hubo desde un principio en las tres organizaciones que participaron de la fuga: FAR, Montoneros y el ERP. Con miembros de cada una de estas organizaciones se construyó un cuerpo de conducción del plan de fuga”.
En este sentido, Haidar afirmaba: “Todos los que estábamos en ese momento ahí, estábamos en manos del enemigo; un enemigo poderoso (...) Tal vez fue la única operación que se concibió unitariamente entre las tres organizaciones; incluso en este momento se puede seguir diciendo que es el único tipo de operación en la cual siempre vamos a estar unidos, juntos, en la planificación, en la ejecución y en los resultados. Porque es una operación que tiene un neto contenido estratégico, que es el de aportar combatientes. El resultado de todo ese proceso es la gran convivencia, el gran acercamiento que se dio; no sólo por la operación en sí, sino por todo el trabajo paralelo: cursos de formación política, cursos de capacitación militar, discusión política entre las tres organizaciones. Se hizo una discusión profunda, se lograron determinados acuerdos. Acuerdos limitados, pero que posibilitaban ese accionar conjunto en esta fuga. Incluso motivó la discusión de temas muy importantes, como era la confluencia entre Montoneros y FAR, y la relación con organizaciones no Peronistas”. Berger agregaba que discutían “doce horas por día. Sin ese trabajo político no hubiera sido posible, independientemente de que no hayamos salido todos. Si la fuga era y fue posible, fue también posible por eso. No solamente por las condiciones que hacen al conocimiento del terreno, a todas las condiciones militares que hacen a la planificación de una operación, sino y sobretodo a las condiciones políticas”.
A las 18:24, llegó el aviso de que estaba en camino el avión Austral capturado por militantes en Comodoro Rivadavia. Era el límite máximo de espera. El primer grupo, en el que se encontraban Mario Santucho, Roberto Quieto, Fernando Vaca Narvaja, Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena y Mario Osatinsky, ocupa el auto que trae el apoyo externo -cuyo chofer era Carlos Goldemberg, integrante de las FAR- y logra tomar el avión que despega rumbo a Chile.
La camioneta y los dos camiones previstos no llegaron. Si bien la fuga masiva había fracasado, se intentó llegar en remises y taxis. Pero el retraso les imposibilitó el despegue. En el Aeropuerto se refugian diecinueve militantes: Ana Villarreal de Santucho, Carlos Astudillo, Eduardo Capello, Carlos del Rey, José Mena, Clarisa Lea Place, Humberto Suarez, Humberto Toschi, Jorge Ulla, Mario Delfino, Alfredo Kohon, Miguel Angel Polti, Mariano Pujadas, Ricardo Haidar, Susana Lesgart, Maria Angelica Sabelli, Maria Antonia Berger, Alberto Camps y Rubén Bonet. Piden la presencia de un juez y de un médico y exigen ser devueltos al penal de Rawson. El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa afirmó que así lo harían. Sin embargo, fueron conducidos a la base naval Almirante Zar.
Los que quedaron en el penal, con solamente un par de FAL, lo mantuvieron en sus manos hasta que se garantizó el respeto a sus vidas. Luego, al entregar el establecimiento a las fuerzas de Ejército y Gendarmería, fueron encerrados en cada celda del pabellón 7.

Fusilamientos en la madrugada del 22

Desde el arribo a la base naval Almirante Zar, los militantes -rigurosamente incomunicados y sancionados cada vez que eran encontrados hablando- mantuvieron diálogos usando el lenguaje de las manos y a veces el sistema morse con los golpes.
Una semana después, el 22 de agosto a las 3:30 de la madrugada, se les ordenó a los prisioneros políticos salir de sus celdas y formar en el pasillo. Los diecinueve fueron acribillados por una patrulla a cargo del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa y del teniente Roberto Bravo.
Alberto Camps señalaba que él era “el último de la fila mirando hacia la salida, el último de la fila de la izquierda, que era, a la vez, la fila donde había menos compañeros, porque estaban en orden Susana Lesgart, Clarisa Lea Place, Alfredo Kohon, Haidar, Mario Delfino y yo. Levanto los ojos y miro a todos los compañeros formados, mirando hacia el frente la mayoría. Todavía recuerdo que veía el pullover blanco de Gaita (se refiere a Mariano Pujadas). Esa es toda la visión que tengo yo. Inmediatamente empiezan las ráfagas. Indudablemente nos agarraron totalmente de sorpresa, no esperábamos una cosa así. Ahí vi como recibía varios tiros Polti e inmediatamente se zambullía cuerpo a tierra adentro de la celda, cosa que hice yo también. Ya estaba adentro Mario Delfino y ninguno de los dos teníamos tiros en ese momento. Siguieron las ráfagas, no eran ráfagas cortas, eran largas, por lo menos dos armas. Cuando paran se escuchan entonces quejidos, estertores de compañeros, incluso puteadas. Y empiezan a sonar disparos aislados. Me doy cuenta que están rematando, incluso alguien dice: ‘Este todavía vive’ e inmediatamente se escucha un tiro”.
“Pocos momentos después, uno o dos minutos después que terminaron las ráfagas, -continuaba Camps- llega Bravo a la celda y nos hace parar, a Delfino y a mí, con las manos en la nuca, en la mitad de la celda. Él estaba parado en la puerta, más o menos a un metro y medio de distancia. Nos pregunta si vamos a contestar el interrogatorio, le decimos que no. Ahí me tira a mí primero. Cuando estoy cayendo, escucho otro tiro y veo que cae Mario. Yo lo toco y no se mueve, tampoco lo escucho quejarse”.
Haidar agregaba que “inmediatamente después del primer tiroteo, eso fue un coro de quejidos. Tal vez fue la parte más fea, cuando todos estaban heridos. Nadie estaba muerto, sino que estaban todos heridos y se quejaban”.
Por su parte, Berger sostuvo que lo que le preocupaba de sus compañeros fusilados era qué habrían sentido. “Me acordé de ellos y dije: ‘Bueno, si han sentido lo mismo que yo, no es tan grave’. No era tan triste. Yo tenía una sospecha de que aunque muriera todo seguiría. Tenía la certeza absoluta de que alguien iba a pagar por eso, una confianza total en que los compañeros... de que algo iba a pasar después de eso. A mí por lo menos esto me ayudó mucho”.
Berger también contó a Urondo en aquella entrevista que “siempre te queda una esperanza y luchás con ese margen. Me acuerdo que después yo decía: ‘Pero si me muero, quisiera escribir aunque sea en la pared los nombres que sea. Poner: Sosa, Bravo’. Entonces con el dedo y con la sangre empiezo a escribir cosas en las paredes. Enseguida se apiolan y viene uno con un tarrito y borra enseguida”.
“¿Qué habías escrito?”
, le pregunta Paco a María Antonia: “L.O.M.J.E.”. “¿Lomje?”, repregunta Urondo
-L.O.M.J.E., libres o muertos, jamás esclavos -le responde Berger- Y había escrito: ’Papá, mamá’, y no sé qué más. Lo borraron y después volví a escribir de nuevo. Pero mientras estaba escribiendo ya me vieron y lo volvieron a borrar
-¿Y qué escribiste esta vez?
-Escribí lo mismo

Seis horas más tarde, los tres heridos recibieron atención de enfermeros y, recién al mediodía, la de médicos. En ese tiempo, fallecieron Astudillo, Kohon, Polti y Bonet. Mientras que Villarreal, Capello, del Rey, Mena, Lea Place, Suárez, Toschi, Ulla, Delfino, Pujadas, Lesgart y Sabelli murieron en el acto.
El gobierno militar explicó que los fusilamientos se habían hecho por un intento de fuga de los militantes y, el 30 de abril de 1973, Lanusse premió a Sosa con una beca para instruirse en la infantería de la marina estadounidense, con sobresueldos y otras recompensas.
La versión oficial quedó desestimada por el relato de los tres sobrevivientes de la masacre. Cabe recordar las palabras de Alberto Camps: “A veces alguien se acerca y dice: ‘Me podés contar, si a vos no te molesta’. Para nosotros relatar lo de Trelew es una obligación para con nuestro pueblo, por todos los compañeros que murieron allí, que aportaron con su muerte, con su lucha, a todo ese proceso. A mí me alegraba que todas las personas que fui tratando después, cuando me trajeron acá (se refiere al penal de Villa Devoto), no ponían en duda que había sido una masacre. Simplemente querían conocer bien cómo habían sido los hechos. Tanto los presos -los compañeros ninguno, por supuesto- los presos comunes, incluso los celadores, los médicos, ninguno dudaba de que había sido una masacre. Simplemente querían conocer el relato de los hechos”. Haidar añadía que “cuando hablamos estamos un poco contando la experiencia de todos, de los que murieron y de los que vivieron. Es una cosa totalmente impersonal. Si algo tenemos que hacer, si para algo sobrevivimos nosotros, es para transmitir todo eso que los otros, por haber muerto, no pueden hacerlo”.

Después de Trelew

Al día siguiente de la entrevista que se realizó en la cárcel de Villa Devoto, con la asunción de Héctor Cámpora como presidente, fueron liberados los presos políticos. La lucha continuaba fuera de la prisión.
En un escrito publicado el 22 de agosto de 2007, la viuda de Bonet, Alicia L., relata la sangre que siguió corriendo después de Trelew:
-Alberto Camps murió el 16 de agosto de 1977 en un enfrentamiento en su domicilio
-María Antonia Berger murió en 1979 en un enfrentamiento y su cuerpo fue mostrado en la ESMA como trofeo
-Ricardo Haidar está desaparecido desde 1980.
-Roberto Quieto fue secuestrado y está desaparecido desde 1975
-Marcos Osatinsky fue ejecutado en 1975, sus hijos José y Mario de 18 y 15 años murieron en un enfrentamiento en su domicilio, su esposa Sara fue secuestrada
-Mario Santucho murió en un enfrentamiento en 1976; gran parte de su familia permanece desaparecida (hermanos, esposas, sobrinas)
-El padre y el hermano de Fernando Vaca Narvaja fueron asesinados en 1976.
-El 14 de agosto de 1975 fueron secuestrados los padres de Mariano Pujadas, José Maria y Josefa junto a su hija María José, su hijo José María y su compañera Mirta. Fueron ametrallados, dinamitados y tirados sus cuerpos en un pozo: Mirta se salva y muere años después de las secuelas
-Arturo Lea Place padre de Clarisa fue matado y su hermano Luis detenido. Una vez liberado abandono el país
-El hermano de Eduardo Capello, Jorge, es secuestrado junto con su compañera Irma y el hijo de ella de 12 años. Están desaparecidos
-El hermano de Susana Lesgart, Rogelio es arrestado en 1976, sus hermanas María Amelia y Adriana se encuentran desaparecidas desde 1979.
-Muchos familiares han sobrevivido por haber vivido clandestinamente y/o haber salido del país.
-Raymundo Gleyzer (quien había filmado "Ni olvido ni Perdón") está desaparecido desde mayo de 1976
-Paco Urondo muere en un enfrentamiento junto a su mujer en marzo de 1976
Los nombres pueden continuar, así como 40 años después sigue siendo necesario recordar la Masacre de Trelew. Sólo la memoria en el presente los mantiene con vida. Una pintada callejera bien lo señala:
16 rosas rojas
nacidas de madrugada
regresarán cada noche
de la tierra liberada


Fuentes: -La patria fusilada, de Francisco Urondo -Crónica publicada por el diario Noticias el 22 de agosto de 1974 -La "Vida" después Trelew - 35 Años de lucha por la Justicia, de Alicia L. de Bonet-Krueger


Agencia Para La Libertad

Periodismo de Intervención social

A 45 años de la Masacre de Trelew – a 40 años de la desaparición de Tito Messiez

Por Alicia Bernal

(APL)Estamos de homenaje compañeros, no de olvido. Por eso hoy 22 de agosto, como siempre, recordaremos a los caídos en la lucha por el Socialismo, frente a la facultad de Humanidades y Artes, lugar donde la patota de Guerrieri secuestrara y desapareciera a mi viejo. Nos miraremos y reconoceremos en esos que supieron hasta en lo más oculto del sistema, en los calabozos como los de la Base Almirante Zar de la Marina o en La Calamita o dónde fuera, a esos sí, que supieron honrar su militancia manteniendo la conducta que a muchos nos sigue inspirando. Hombres y mujeres cuya entrega no tiene mancha de afloje alguno. El Petiso Ulla, cayendo herido de muerte y gritándoles a los asesinos “Hijos de Puta”. Mi viejo, que supo guardar los tantos secretos de militancia que poseía y así nadie jamás sufrió daño alguno por su responsabilidad. Homenajearemos a la máxima expresión de la unidad de acción tan contrapuesta a los rejuntes que siempre en nombre de la unidad, proponen los que sólo quieren maquillar el sistema.
Y porque el capitalismo sigue poniendo a la orden del día el uso de métodos siniestros, actualizándolos en la desaparición del compañero militante anarquista Santiago Maldonado, gritaremos bien fuerte:
Gloria a los héroes de Trelew!

Compañeros desaparecidos presentes!
Aparición con vida Ya del compañero Santiago Maldonado!
Última modificación: 22 de agosto de 2017 a las 08:00


A 40 años de la masacre de Trelew (2012)



A 40 años del fusilamiento de 16 presos políticos en la Base Almirante Zar, el 22 de agosto de 1972

Las claves de la pericia que desmiente la "versión oficial" de la Masacre de Trelew
Una investigación del Centro Atómico Bariloche que fue incorporada a la causa desmiente la explicación de la dictadura de Agustín Lanusse de un ataque e intento de fuga. El físico que dirigió el estudio declarará en septiembre.
Por: Gerardo Aranguren


Al cumplirse 40 años de la Masacre de Trelew, los acusados que están siendo juzgados por el fusilamiento de 16 presos políticos en la Base Almirante Zar en la madrugada del 22 de agosto de 1972 todavía sostienen como defensa la explicación difundida por la dictadura de Agustín Lanusse: que hubo un intento de fuga, que Mario Pujadas atacó al capitán Luis Sosa y que los guardias reaccionaron y masacraron a todos los detenidos. A pedido de la justicia, una pericia realizada por el Centro Atómico Bariloche reconstruyó cuatro décadas después la zona de las celdas y dio por tierra con la versión oficial de la Armada.


El estudio, realizado en 2008 e incorporado a la causa, estuvo a cargo del físico forense Rodolfo Pregliasco, quien trabajó en casos como la masacre de Avellaneda, el asesinato de Teresa Rodríguez y la desaparición de Miguel Bru, y declarará como testigo el próximo 11 de septiembre. La pericia significó un respaldo científico de la prueba testimonial de conscriptos, marinos y de los tres sobrevivientes para desmentir la explicación de la Armada y confirmar que se trató de un fusilamiento y que muchos fueron rematados, como lo declararon María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar.


Con un trabajo arqueológico sobre las paredes, pisos, techos y puertas originales que todavía permanecen en la Base Almirante Zar de Trelew, Pregliasco logró reconstruir el ala Oeste y las diez celdas donde fueron alojados los 19 presos luego de fugarse del Penal de Rawson. Para eso pasó con sus colaboradores un mes completo en el lugar y debió diseñar experimentos específicos para las necesidades que tenía la justicia de obtener alguna referencia material sobre lo que pasó. “Nos parece importante porque es una aproximación técnica a lo que han declarado tanto los sobrevivientes en posterioridad a los hechos como algunos marinos que participaron de la reconstrucción. Viene a dar la apoyatura científica a esos dichos y es coherente con el abundante plexo probatorio que confirma cómo sucedieron los hechos, distinto a lo que sostienen las defensas”, explicó a Tiempo Argentino Germán Kexel, abogado querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en el juicio por la Masacre de Trelew, que comenzó en mayo y que pronto ingresará en los alegatos. 

 
La primera etapa del trabajo del Grupo de Física Forense fue la reconstrucción de ala Oeste de la Base, escenario de la Masacre. Esto comenzó con el estudio de las capas de pintura que, como los anillos de un árbol, sirven para leer las épocas en las que hubo modificaciones o reconstrucciones. Además de la pintura, trabajaron también sobre los relieves de paredes y techos que a simple vista no se detectan y que permiten conocer si hubo reformas o una pared fue quitada, como es el caso de los calabozos.

Con la información obtenida, Pregliasco y su equipo lograron darle forma a un plano exacto de las dimensiones de la Base, que les permitió determinar el lugar preciso donde debían estar los detenidos, guardias y la orientación de los disparos a las 3:30 del 22 de agosto de 1972.   


La segunda etapa de los trabajos consistió en el análisis a través de rayos gamma (similar a una radiografía) de la pared del final de pasillo de las celdas, donde deberían haber impactado las balas de las armas automáticas de los guardias que masacraron a los detenidos.


Si bien las gamagrafías no detectaron rastros de balas alojadas en la pared, permitieron sacar conclusiones determinantes sobre lo que sucedió esa noche. Descubrieron que en la época de los hechos, la pared había sido “picada hasta el ladrillo y reemplazada con material nuevo” desde el piso hasta 1,6 metros de altura, señala la pericia. Y agrega: “Si la reparación fue realizada para eliminar los rastros de balas, la forma irregular responde al afán de incluir todos los impactos de la pared. Podemos concluir que, en este caso, los disparos en la pared no llegaban hasta una altura de 1,6 m del piso.”


Si bien parece un dato accesorio, la altura en la que fue realizada la refacción indica que los guardias estaban apuntando hacia sus blancos y afirmados, ya que de otro modo las armas automáticas se hubiesen disparado hacia arriba, lo que descarta una reacción intempestiva o nerviosa de quienes apretaron los gatillos.


Por último, los peritos se volcaron a tratar de determinar la veracidad de las fotos de la Revista Así, que pocas horas después de la masacre ingresó al lugar y fotografió la escena. Las tomas no fueron en la dirección de los calabozos por lo que no hubo imágenes de las balas que asesinaron a los 16 detenidos, pero sí del lado opuesto para mostrar lo que, según la versión de la Armada, serían los disparos que realizó Pujadas luego de atacar al capitán Sosa y sacarle el arma. En la foto se pueden ver tres marcas de disparos y en el epígrafe se señala que serían los “orificios producidos por los disparos de Pujadas”.


Luego de 40 años, Pregliasco halló uno de los orificios en la puerta y pudo determinar la dirección desde donde se debería haber realizado el disparo y la distancia máxima a la que podría haber estado el tirador. A partir de esa información pudo concluir que el ángulo de disparo no corresponde con la ubicación que habría tenido Pujadas, según la declaración de los marinos.


A días de un nuevo aniversario y con el juicio por la Masacre ya avanzado, los acusados siguen sosteniendo la versión que difundiera la Armada en 1972. La única excepción fue Jorge Bautista, imputado por el encubrimiento de los hechos, ya que estuvo a cargo de la investigación militar de los hechos, quien declaró durante un reconocimiento judicial de la base que “no hubo un tiroteo” ya que “no hubo tiros de los dos lados”.  «


Lo que dijo la Armada
Aunque con el paso de los días la dictadura encabezada por Agustín Lanusse fue modificando detalles sobre los hechos que ocurrieron el 22 de agosto de 1972, el jefe del Estado mayor conjunto, el contralmirante Hermes Quijada, fue el encargado de transmitir por cadena nacional en radio y televisión el informe oficial tres días después de ocurrida la masacre.

"Con el objetivo de realizar el control previsto para esa hora (3:30), el jefe de turno (Sosa) recorrió el pasillo hasta el fondo y, a su regreso, cuando llegaba al extremo de salida del mismo, fue tomado por Pujadas del cuello, al tiempo que le quitaba su arma automática. Es de hacer notar que estando (Mario) Pujadas en ese extremo del pasillo (era el primero), al tomar contra su cuerpo al jefe de turno, prácticamente cubría tras de sí al resto de los reclusos. Instantáneamente y con gran destreza, Pujadas (que era especialista en karate) dispara contra uno de los tres guardias, pegando su primer impacto muy próximo a la cabeza de uno de ellos", comenzó a leer el marino el 25 de agosto de 1972.


"A pesar del rehén, se cumplen las claras órdenes existentes de que se tirara aun en esas circunstancias, por lo que uno de los guardias abre el fuego a tiempo que los detenidos aprovechan el cubrimiento para avanzar sobre los guardias. A pesar de ello, Pujadas rápidamente efectúa otro disparo que tampoco dio en el blanco, dificultado por el forcejeo que mantenía el oficial para zafarse. Dicho disparo pasó muy cerca de la cadera de uno de los guardias y se incrustó en una puerta. El oficial logra zafarse de Pujadas y hace cuerpo a tierra. La acción de las armas no se hace esperar contra los reclusos agrupados y en tren de fuga. Cuando cesa el fuego, se comprueba que 13 de los detenidos están muertos, mientras que los seis restantes quedan heridos", concluyó Quijada al dar cuenta de la versión oficial.

 
"lo tomé como un desafío, una aventura intelectual"
“Cuando el juez me cuenta lo que necesita no me imaginé cómo hacerlo, la base había sido alterada tras 35 años y no tenía ninguna expectativa. Por eso lo tomé como un desafío, una aventura intelectual”, cuenta Rodolfo Pregliasco, director del Grupo de Física Forense del Centro Atómico Bariloche, la única entidad que desde el Estado se dedica a realizar investigaciones forenses.
Para el trabajo, Pregliasco y su equipo viajaron tres veces a Trelew y permanecieron un mes completo en ese lugar reconstruyendo la matanza. Recordó la "carga emocional" de haber vivido cuatro semanas en la base trabajando sobre un caso "que marcó a una generación".

Al momento de comenzar esta investigación, el Grupo de Física Forense ya contaba con credenciales importantes y antecedentes de casos de represión estatal. Participaron en la reconstrucción de la Masacre de Avellaneda donde fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, y en el asesinato de Teresa Rodríguez. En ambos casos utilizaron una técnica creada especialmente para la investigación, que les permitió determinar a través del audio de videos desde donde proviene un disparo.

El grupo de física forense también estudió las imágenes y videos de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 por pedido de la justicia e intervino en el caso de la desaparición de Miguel Bru en La Plata. Allí lograron probar el paso del joven estudiante por la Comisaría 9ª de esa localidad al reconstruir el libro de ingresos que había sido borrado y tachado.

Las pruebas del estudio
Tiempo accedió al documento en el que el Grupo de Física Forense expone sus conclusiones. Se destaca el análisis realizado a una puerta, fotografiada tras la masacre por la revista Así, que recibió impactos de bala que la Armada atribuyó a Pujadas. El Grupo de Física Forense encontró la misma puerta, levantó la pintura y descubrió una reparación con enduido en uno de los orificios. Determinó que esa reparación fue realizada en la misma época en que se reparó la pared del fondo del pasillo donde fueron fusiladas las víctimas, la posición del tirador y que el disparo fue realizado de arriba hacia abajo. Todos estos datos desmienten las declaraciones de los marinos sobre la posición que habría tenido Pujadas.
Fuente: Tiempo Argentino

Publicado por en 08:35 



15 de agosto de 1972: La fuga del penal de Rawson

por Estrella Roja    15/08/2014  La Haine


Narración por sus protagonistas, en la revista del Ejército Revolucionario del Pueblo, de la fuga de presos políticos del penal de Rawson, en el frío sur de Argentina.

Fue el 15 de agosto de 1972. Seis de ellos lograron su propósito, pero días después, el 22 de agosto, 19 prisioneros indefensos fueron fusilados por los militares.


De ocho pabellones, dos estaban ocupados por detenidos a causa de delitos comunes y los seis restantes por presos políticos, de los cuales dos eran ocupados por compañeros.

Totalizábamos alrededor de 200 compañeros pertenecientes a varias organizaciones revolucionarias, progresistas y dirigentes sindicales combativos.

Los pabellones estaban dispuestos en dos cuerpos de edificio de dos plantas cada uno y contaban con un equipo de cuatro guardias cada planta, lo que hacía un total de 16 para la custodia de los detenidos.

Los edificios, se unían por un pasillo cerrado de unos 15 metros que se continuaba hasta encontrar un tercer cuerpo donde estaban las oficinas del director, sub-director, jefe de guardia, casino de oficiales, oficinas y la puerta de entrada al edificio, con dos guardias y una salita que tenía una escalera que daba a una sala de guardia en la que había alrededor de 16 hombres, 70 FAL, 100 pistolas Browning y municiones. Del pasillo que unía al segundo y tercer cuerpo, salían dos puertas que llevaban, la de la derecha, a la enfermería y sala de visitas, y la de la izquierda a un salón que se solía usar también para recibir visitas y daba al casino de oficiales. Una tercer puerta daba a la cocina donde había un suboficial y el personal que allí trabajaba.

Siguiendo hacia fuera había un descampado y a unos 60 metros, la garita de entrada al Penal con tres custodias. Hacia la derecha del tercer edificio había un galpón con diez hombres, armados con FAL, que componían la guardia de reserva. El resto del terreno lo cubrían algunos talleres, depósitos y una cancha de fútbol.

Todo estaba cercado por un paredón de cuatro metros de altura con 12 torretas para guardias armados. El resto del personal lo componían empleados administrativos, jefe de guardia interna, externa y oficial de servicio.


SITUACIóN OPERATIVA


El enemigo contaba para evitar nuestra fuga con guardiacárceles en número de alrededor de 70, de los cuales estaban armados los pertenecientes a la guardia externa, más o menos la mitad del total y con una compañía antiguerrillera de 120 hombres, que estaba acampada a tres cuadras del Penal con buen armamento y equipo.

Además estaba la base aeronaval, compuesta por dos batallones con un total de 1.200 hombres a unos 20 km. del Penal, sobre el camino que unía Rawson con Trelew y otras unidades similares hacia el Norte.

Otro factor favorable al enemigo era el terreno, ya que no había grandes ciudades ni bosques en las cercanías; las rutas eran desolados, la primera ciudad grande al norte era Bahía Blanca a 700 km., al SO Comodoro Ribadavia a 400 km. y al oeste a 600 km. estaba la frontera con Chile.

El personal de la cárcel no tenía buena moral de combate, debido a nuestro permanente trabajo de convencimiento de que su misión no era justa, y principalmente debido a las grandes presiones que recibía al ver el apoyo que nos brindaban los pueblos de Trelew y Rawson, lugares donde vivían.

La moral de todos los detenidos era excelente y se fortalecía a diario habiendo dado varias batallas por reivindicaciones concretas como mejoramiento de comida, celdas abiertas durante el día, atención médica y otras cuestiones que hacían una situación de permanente lucha para contrarrestar los intentos represivos, logrando algunos triunfos debido al espíritu combativo del conjunto, pero principalmente al enérgico y creciente apoyo por parte del pueblo, particularmente en nuestro caso, el de Rawson y Trelew, que en forma permanente nos hacía llegar su solidaridad moral y material batallando por mejorar nuestra situación.

Nuestros familiares, que venían de grandes distancias y muchos contaban con pocos medios siempre fueron alojados y excelentemente atendidos por el pueblo de Trelew y Rawson.

La Dictadura nos llevó al sur con el objetivo de aislarnos, pero todo fue distinto, el pueblo nos protegió, se plantó firmemente frente a la prepotencia represiva. Los explotadores tienen un talón de Aquiles que les adelanta la derrota "menospreciar el enorme espíritu revolucionario de nuestro pueblo", "piensan que nuestro pueblo no sabe distinguir entre sus iguales y sus enemigos".

Para organizar la fuga formamos una dirección conjunta con los compañeros de las FAR y Montoneros, que trabajó durante meses en unidades monolítica, siendo en este aspecto quizá el ejemplo más claro y que fuera perfectamente reflejado por las declaraciones del inolvidable compañero Mariano Pujadas, desde el aeropuerto de Trelew el 15 de agosto de 1972.

Lo primero que logramos fue una buena comunicación con el exterior, y a raíz de un muy buen trabajo de los compañeros, los siguientes informes de fundamental importancia:
A) El enemigo esperaba un ataque desde afuera hacia adentro para lo cual 1) había colocado un vigía en una torreta de la unidad antiguerrillera instalada a tres cuadras del Penal que tenía visión hacía el mismo; 2) Controlaba el ingreso de gente a la zona.
B) La base aeronaval donde la Dictadura asesina masacró a nuestros compañeros no tenía la misión específica de cuidar nuestra fuga, lo que nos daría un tiempo relativo antes de que actúe.
C) Era normal la entrada de algunos camiones al Penal.
De estos informes y de la situación objetiva de que adentro contábamos con compañeros en número y experiencia suficiente, sacamos la conclusión que debíamos copar el Penal desde adentro para evitar movimientos notorios afuera que alertaran al enemigo, que contaba con gran poder de fuego y terreno favorable. Basábamos el éxito de la operación en la sorpresa, la precisión de los movimientos y la rapidez.

Los principales problemas eran, la retirada y la entrada del armamento. Esto último se resolvió en dos meses. La retirada en vehículos era poco probable por la demora que se necesitaba para llegar a lugar seguro, que permitiría al enemigo rehacerse de la sorpresa y organizar la búsqueda que ofrecía pocas variantes por tierra.

Conseguimos entonces los horarios de los vuelos regulares de Aerolíneas y Austral y comprobamos que el horario de las 19 coincidía con el momento más propicio para copar de acuerdo al estudio del movimiento enemigo ya realizado adentro y en el exterior, y decidimos encarar la operación con esta retirada.

Fuimos determinado los grupos de compañero necesarios para capar todos los puestos, estudiando cada parte en detalle, llegando a concluir que se precisaba ocho grupos de compañeros, algunos de los cuales cumplirían más de una misión para copar 15 zonas enemigas, incluido el aeropuerto para lo que se acoplaría un grupo de compañeros afuera.

Se necesitaban además dos camiones, una camioneta y un auto, con cuatro choferes para el traslado desde Rawson a Trelew, misión que debían cumplir cuatro compañeros en libertad con previo reconocimiento de las rutas y que ingresarían al Penal después de recibir la señal de que él mismo había sido ocupado. Esta señal la realizó la compañera Susana Lesgart, luego masacrada en la Base.

Contábamos a nuestro favor con: a) la gran moral y espíritu de combate de todos los compañeros que participaban; b) el apoyo de la población; c) la sorpresa. En contra: a) el gran poder de fuego del enemigo y la gran concentración de fuerzas; b) las dificultades que ofrecía el terreno para el caso de fracasar la retirada un avión imposibilitada el enfrentamiento o cambio en la retirada.


EJECUCIóN - COMPOSICIóN - MISIONES DE LOS GRUPOS


Llamaremos al primer cuerpo de edificios de dos plantas Centro 1, al segundo Centro 2, y al tercero Centro 3.

El grupo 1 estaba compuesto por seis compañeros, uno de ellos con uniforme militar, su misión consistía en copar los Centros uno a uno, a medida que reducía las guardias abriendo las puertas de rejas de los pabellones y se iban conformado el resto de los grupos. El grupo 2 ocho compañeros, tenía la misión del control de los guardias reducidos. Los grupos 3 y 4 de cinco compañeros avanzaban hasta el Centro 2 cuando éste estaba copado y se preparaban para cuando el grupo 1 redujera el Centro 3, copar la cocina, enfermería y otros salones laterales. También se acercaban los grupos 5 y 6 para participar en el copamiento del Centro 3 cubriendo todas las oficinas de las dos alas, casino de oficiales, oficina del director, del sub-director y otras; estos grupos estaban integrados por seis y cinco compañero respectivamente.
Ocupado el centro 3, se le acoplaba al grupo 1 el grupo 8 de cuatro compañeros y pasaban a reducir la sala de guardia a la vez que el grupo 7 se encaminada a la reducción de la garita de entrara.

Los grupos 8, compuesto por los compañeros Delfino, Toschi y Bonet y 7 que lo integraban Pujadas y Susana Lesgart, habían ocupado el tiempo anterior en colocarse uniformes de los reducidos ya que el primero de ellos se dividía en dos y ocupaba las torres 1 y 11 para lo cual necesitaban ir uniformados para sorprender a los centinelas, es decir lograr que estos pensaran que se trataba de un relevo común. La misma situación se le presentaba al grupo 7 con el control de la entrada a Penal.

Cumplida la primera parte, se conformaba el grupo 9 integrado por tres compañeros del grupo 1 que comenzaban a entregar las armas al resto de los compañeros participantes que se iban encolumnando a la espera de los camiones.

El grupo 10 integrado por cinco compañeros de distintos grupos y entre los cuales estaba Jorge Ulla y del Rey con la misión de ocupar a la guardia de reserva, atar a los reducidos y rescatar el armamento y el grupo 11 que se dividía en dos y cubría desde las ventanas del cuerpo 3 la posible reacción de los centinelas de los puestos 1 y 11.

El riesgo más grave que presentaba la operación era que se alertaran del Centro 2 cuando se reducía al 1 y así sucesivamente, para lo cual había que tratar de moverse lo más normalmente posible. Un detalle importante es que al comenzar la operación íbamos a reducir junto con la guardia del Centro 1 al oficial de servicio a quien íbamos a hacer ir previamente al lugar con alguna excusa y luego avanzar con él, cuestión que era normal cuando se presentaba alguna audiencia con el Director aunque el número de detenidos en general era más reducido, tres o cuatro y ese día serían seis.

Todo el plan se cumplió con precisión, con un sólo inconveniente que fue un tiroteo registrado en la garita de entrada que alertó a algunas guardias aún no reducidos, pero se pudo normalizar, obligando a un oficial a que comunique que sólo se habían escapado unos tiros, cosa que solía suceder.

Cumplido todo esto la compañera Lesgart dio la señal para que entren los camiones para retirada, pero éstos no lo hicieron, luego pudimos enterarnos que a causa del tiroteo los compañeros encargados de la misión afuera pensaron que no se había podido ocupar la cárcel y se retiraron, no así un auto que fue en el que se retiraron los seis compañeros que lograron irse.

Estaba prevista la posibilidad de que no se pudiera salir, en tal caso no nos entregaríamos hasta no lograr las garantías de las vidas a través de que se conociera públicamente la situación en que estábamos, creíamos que con esto eliminaríamos la masacre, cuestión de lo que no dudábamos si nos encontraban solos y sin poder resistir.

La ferocidad criminal del enemigo no resistió y llevó adelante la descarada y sanguinaria venganza y se libró de lo que significaban los 16 heroicos combatientes para la lucha de nuestro pueblo.

El grupo que había salido en el auto recorrió las calles de Rawson en búsqueda de los camiones, al no encontrarlos se dirigió al aeropuerto donde debían estar tres compañeros. Con sorpresa se encontró que no había nadie. Luego nos enteramos que los camiones que debían entrar a la cárcel habían vuelto al aeropuerto y el compañero responsable del aeropuerto al preguntarles lo que ocurrió, los mandó nuevamente al Penal y fue con ellos dándose cuenta del error cometido por los compañeros choferes.

En el momento de la llegada de los compañeros estaban despegando el avión que se debió copar, rápidamente se fue a la torre de control y con la excusa que era una inspección militar porque había informe de una bomba en el avión se logró detenerlo. Se produjo otro problema aquí, ya que en el avión viajaban tres compañeros con la misión de ocuparlo a los 20 metros de vuelo y volver a recoger al resto, orden del responsable que había vuelto a la cárcel ante la nueva situación. Los compañeros que iban en el avión al ver que éste se detenía pensaron que era en realidad el Ejército y lo coparon, al suceder esto la gente que aún pensaba que se trataba de una inspección militar se dio cuenta que era un copamiento.

Los compañeros ya en el aparato lo hicieron colocar en la cabecera de la pista y quedaron a la espera del resto hasta las 19:45 y llamaron al aeropuerto hasta las 20:10 para volver en caso de que otros compañeros hubiera logrado llegar. Al día siguiente, ya en Chile se enteraron de lo ocurrido, los compañeros habían llegado unos minutos después y se propusieron copar un avión de Aerolíneas que venía con retraso y del cual estaban en conocimiento pero éste ya tenía indicaciones para no descender. El enemigo estaba alertado.

A las 19:20 partieron los autos que llevaban a los últimos compañeros, los que luego se convertirían en héroes y mártires de Trelew.
De inmediato un compañero designado previamente responsable para tal eventualidad se hizo cargo de iniciar inmediatamente las negociaciones para tratar de garantizar sus vidas.

Nombró a su vez un responsable militar, encargado de organizar la defensa, al tiempo que trataba de comunicarse telefónicamente con algún juez.

El responsable militar dispuso la retirada de la mayoría de los compañeros hacia los pabellones, dando la consigna de apagar las luces para no facilitar el tiro enemigo. En distintos puntos estratégicos se dispusieron guardias para la defensa que tenía por objetivo garantizar la negociación y la vida de los prisioneros que se habían apoderado del Penal.

Se contaba para eso con alrededor de 30 fusiles FAL, varias pistolas y numerosos guardias como rehenes.

Las negociaciones telefónicas no dieron resultado, pues por ser feriado ningún juez ni autoridad provincial se encontraba en sus oficinas o domicilios. Alrededor de las 20 se debió abandonar los teléfonos, ubicados en la parte delantera del Penal, pues el enemigo comenzó a cerrar el cerco alrededor del mismo.

Comenzaron entonces las negociaciones a viva voz, que se prolongarían por espacio de doce largas horas. En la oscuridad podían advertirse la llegada de transportes militares, uno tras otro, que fueron trayendo personal hasta completar -según datos recogidos posteriormente- alrededor de 3.000 hombres en el cerco del Penal.

Mientras tanto, las radios a transistores en los pabellones daban cuenta de que aquellos hombres se preparaban a tomar el Penal por asalto, mientras por las radios chilenas llegaba la noticia del arribo de los compañeros que habían concretado la fuga, y otras emisoras daban la información sobre las negociaciones y rendición en el Aeropuerto.

Las negociaciones en el Penal se sostuvieron a viva voz con el Director, que al abandonarse los pasillos delanteros logró salir por la ventana de su despacho donde había quedado prisionero.

La posición de los prisioneros fue desde el principio que estaban dispuestos a rendirse sin otra condición que las debidas garantías a sus vidas e integridad física para lo cual se reclamaba la presencia de jueces, abogados, médicos y periodistas.

La represión, concentrada prioritariamente en el Aeropuerto, no prestó al comienzo atención a estas negociaciones, que quedaron limitadas al Director Ramos. El que, por cierto, no tenía ninguna capacidad de decisión.

Recién pasada la medianoche comenzó a discutirse en firme con los prisioneros cercados en el Penal. Los negociadores enemigos manifestaron que no podía accederse al pedido planteado pues se había declarado la zona de emergencia en Rawson, Trelew y Puerto Madryn.

Exigían en cambio la rendición incondicional, dando como única "garantía" "la palabra de un oficial superior del Ejército". En torno a esta cuestión se inició una larga y enredada discusión, que adquirió ribetes dramáticos, pues los radios seguían dando cuenta de la inminencia del asalto al Penal y, efectivamente, en el exterior del Penal se advertían algunos movimientos envolventes, avances parciales y en algunas oportunidades se hicieran disparos aislados sobre el Penal.

Los defensores se habían dado la línea de no disparar hasta que el enfrentamiento fuera inevitable ya que este resultaría, inevitablemente, una masacre, con el único resultado de morir matando. De manera que a cada avance se respondía advirtiendo al enemigo que no se moviera, que estaba cubierto por nuestras armas y que se quería evitar una matanza inútil. Estas advertencias fueron siempre escuchadas y en cada oportunidad los movimientos de avance se detuvieron.

A todo esto, la disciplina se mantuvo sólidamente en todo el Penal, tanto entre los que ocupaban puestos en la defensa y las negociaciones, como entre los compañeros que permanecían en los pabellones. Los rehenes recibieron un trato excelente en todo momento. También quedó incidentalmente encerrado un mensajero de correos que había concurrido a llevar un telegrama, acompañado de su esposa y su pequeña hija, justo en el momento de la operación. Reiteradamente se solicitó al enemigo que permitiera salir a esta gente, que no se deseaban conservar como rehenes, sino por el contrario, evitarles riesgos inútiles,. El pedido fue siempre denegado y se ubicó a la familia en un punto donde había menos posibilidades de estar expuestos a un eventual fuego entre las partes.

Algunos prisioneros se ingeniaron para llevar leche a la nena y tranquilizar a sus padres.

Finalmente, alrededor de las 5 se llegó a una fórmula conciliatoria, los prisioneros aceptaban rendirse bajo la garantía del General Betti, siempre y cuando éstas fueran expresadas públicamente. La condición recién se cumplió mediante un mensaje radial pasadas las 7:30 y entonces se pactó -siempre a viva voz- el modo de entrega del Penal: Los prisioneros se retirarían hacia los respectivos pabellones enviando libres a los guardias que estaban como rehenes y entregando a estos las armas que tenían. A las 8:15 ingresaría el enemigo al Penal, advirtiendo que se abriría fuego sobre toda persona que se encontrara fuera de las celdas.

Antes de ingresar a ellas se vivó a los revolucionarios que habían logrado fugar, a la Revolución Socialista y a la Unidad de las Organizaciones Armadas.


Estrella Roja Nro. 23 del 15 de agosto de 1973


Enviado por Daniel De Santis, autor de A vencer o morir, Historia del PRT-ERP. El artículo está en el Tomo 1 Volúmen 2 de reciente publicación por Editorial Nuestra América. Páginas 250 y siguientes
Artículo publicado en La Haine el 23 de agosto de 2006